Como
en todo lugar que pueda conocerse en la actualidad, la educación y la
diversidad cultural en la entidad de Colima ha sido y es de vital importancia
para entender nuestra dinámica social que ha ido transformándose al paso de los
años, es por ello que para hablar del tema es necesario primero remitirnos al
pasado ya que de una u otra forma se ha impregnado en la ideología de las
personas transmitiéndose por generaciones.
Haciendo
un breve recuento histórico para entender estos dos conceptos es
necesario ponderar que nuestro estado por su ubicación geográfica y belleza
natural, ha sido aprovechada para el intercambio económico y el desarrollo
turístico, por lo tanto se ha convertido
cada vez con mayor énfasis en un lugar en el que muchos de quienes nos visitan,
vienen a trabajar o estudiar, deciden establecerse de manera definitiva
provocando una diversidad cultural cada vez más acentuada que nos enriquece y
enorgullece en la mayoría de los casos.
Aunque
en la época prehispánica la cultura Náhuatl fue la única que se estableció en nuestro
territorio, y a pesar de las prácticas de colonización que se vivieron como en
muchos otros lugares, todavía prevalecen
tradiciones en comunidades rurales de Comala e Ixtlahuacán principalmente.
Colima
cuenta con los sitios arqueológicos de La Capacha y los Ortices, que datan de 1500 a 200 a.C., de igual forma
existen los de Comala, Armería y Playa
del Tesoro en Manzanillo que se establecieron del 200 a.C. al 1000 d.C. y por
último se cuenta con El Chanal, La Campana y Tecomán que florecieron entre los
años 1000 y 1523 d.C. mismos que a la fecha dan muestra de la riqueza cultural que
se posee y que se palpa en la comida, el vestido, la música, artesanías,
medicina y costumbres que a la fecha se siguen practicando.
Con
la llegada de los españoles a Colima quienes después de haber sufrido derrotas
ante el imperio del Rey de Colimán, tras vencer a éste en su tercer intento a
mediados de 1523, se establecieron en primera instancia el 25 de julio en un
lugar llamado Caxitlán (en el valle de Tecomán) que nombrarían Villa de Colima, mismo que
por su clima y condiciones insalubres decidieron abandonar y fundar en lo que hoy es la Capital de Colima, la Villa
de San Sebastián de la provincia de Colima
el 20 de enero del año de 1527 y donde la vida se transformó generando
una nueva cultura y transcurriendo con tranquilidad a pesar de movimientos
armados tan importantes como los de la guerra de independencia y la Revolución
mexicana, donde la participación fue mínima por parte de sus habitantes.
Fue
hasta la revolución cristera que iniciara en el año de 1929, (de la cual no se habla en el libro de texto
gratuito de Historia y Geografía de Colima para tercer grado de primaria), cuando
se dieron los hechos más violentos y radicales en nuestra entidad, así como en
las de Jalisco, Nayarit, Guanajuato y Zacatecas donde la muerte de personas se
convirtió en un suceso lamentablemente cotidiano.
Todos
estos sucesos han marcado la forma de ser de los colimenses que por tradición
cultural se ha caracterizado por su amabilidad, hospitalidad, que aunados entre
otros a los recursos y paisajes naturales, fuentes de empleo, oferta educativa
y muchos rasgos más, han hecho de este territorio un lugar donde muchas
personas deciden establecerse y desarrollarse.
La
diversidad cultural y la educación en Colima es un aspecto cada día más
aprovechado para el desarrollo y beneficio de la mayoría de su población, ya
que las oportunidades de formación que
en él se brindan han sido un imán que atrae cada vez con más fuerza a jóvenes de entidades vecinas, que ven la
oportunidad de prepararse adecuadamente con el objetivo de desarrollarse en el
ámbito de sus competencias y vocación para posteriormente insertarse en el
ámbito laboral.
Históricamente
el estado de Colima ha sido generadora de grandes educadores que han
trascendido en este ámbito, citando por ejemplo, a Gregorio Torres Quintero,
Susana Ortiz Silva y Benjamín González Fuentes, entre otros, que dan muestra
del compromiso y gusto por esta noble profesión que sigue desarrollándose cada
vez con más auge y que permitió el desarrollo de otras instituciones que del
normalismo colimense surgieron y que en la actualidad son orgullo de la entidad,
como es el caso específico de la Universidad de Colima.
Esta
institución universitaria se ha desarrollado a pasos agigantados adquiriendo
gran prestigio, y atrayendo a jóvenes y familias completas para establecerse y
desarrollarse aquí, lo que no sólo incrementa la población, sino también las
tradiciones que en el mejor de los casos se van adoptando, adaptando, cambiando
e incluso perdiendo.
La
cultura del esfuerzo por la preparación académica es una de las características
de la sociedad de Colima, ya que los
índices de analfabetismo no son tan altos como en otras entidades, siendo
generalmente los adultos mayores y niños de otras entidades que vienen a trabajar temporalmente los que carecen de
este factor tan importante para la movilidad social hacia mejores niveles de
calidad de vida, aunque en los últimos años no se ve con claridad que en
realidad lo sea, aunado a la inseguridad y falta de empleos que han
incrementado los índices de delincuencia organizada.
Debe
ser por lo tanto la educación y la diversidad cultural entendida y atendida de
manera adecuada para que las carreras que se ofertan en las instituciones de
nuestro estado, sean las que para su desarrollo social, cultural, y económico se
requieren, abonando a mejorar las condiciones de muchos egresados que tardan
para insertarse laboralmente en un empleo congruente con su perfil y mejorar esas condiciones de vida propias que
coadyuvarán a mejorar las de la sociedad en su conjunto, siendo esta última la
responsable en saber inculcar a los jóvenes no sólo el deseo de preparación,
sino el interés y gusto por desarrollarse en lo que realmente los motiva y para
lo cual poseen conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas que los
guiarán adecuadamente hacia el éxito.
Pero
esta tarea no es fácil, se requiere del compromiso de todos los actores
involucrados, donde el interés principal sea el desarrollo de la sociedad
colimense en su conjunto y donde la planeación estratégica sea el eje rector
para la toma de decisiones acertadas y congruentes con lo que en el discurso se
menciona y haciendo definitivamente de la diversidad cultural y la educación la oportunidad de trascender
como una sociedad incluyente y que se desarrolla en las potencialidades propias
para aprovechar adecuadamente las que posee como entidad que forma parte de una
nación y de un planeta.
INTEGRANTES:
Corona Muñoz Fernando
Gallardo Muñoz Guadalupe
López García Raúl
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